¿Por qué los presidentes y los participantes en las reuniones hacen tanto ruido con el micrófono encendido, con el riesgo que algo así conlleva para la salud auditiva de los intérpretes? ¿Son acaso unos desaprensivos o es que los intérpretes no les importamos en absoluto?
Posiblemente se pueda encontrar una respuesta a estas preguntas en la obra de los filósofos que estudian la interacción entre el ser humano y la técnica. Las herramientas de la filosofía de la técnica pueden efectivamente ser útiles para identificar el porqué de este comportamiento cuando menos desconsiderado. La sorprendente conclusión es que los delegados hacen ruido con el micrófono abierto por los mismos motivos por los que los intérpretes maltratan el oído de sus clientes con los ruidos en cabina: por la mediación de la técnica inherente a nuestra profesión en la relación que mantenemos mientras interpretamos con la realidad que nos rodea. Como en las novelas policiacas el culpable acaba siendo aquel que parecía más inocente.
Xema SAINZ es intérprete permanente de la Comisión Europea, DG SCIC.
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¡Gracias por el vídeo!
Me parece que por esa misma razón los usuarios de la web hacen prueba de tanta rudeza en sus interacciones: no ven a quien está escuchando, sino que solo perciben la máquina mediando sus relaciones. Desde hace poco, uso una app de redes sociales que recuerda ser particularmente amable y humano cada vez que no se conoce a la persona a la que se está escribiendo. Quizás deberíamos escribir eso en todos los micrófonos, como una advertencia técnica: ¡Tenga cuidado: le están escuchando seres humanos!